viernes, 5 de junio de 2015

"Tiembla" (El efecto más erótico).


Te escucho hablar con timidez,
tu voz dulce y susurrante,
la serenidad de tus palabras,
el alargado final de cada frase
-Estoy temblando, -me dices.

Tiembla mi amor, que amar es sentir
 muy dentro,
debes llegar a la fibra más profunda
para hacerlo.

Tiembla mi amor,
que si al hablarme te sonrojas,
no quiero ni pensar
qué harías en mi lecho.

Tiembla mi bien y hazme sentir,
que nunca viví nada mas erótico que esto,
la respiración entrecortada
y acelerada en mi teléfono.

Tiembla mi amor que casi escucho a tu corazón
saliéndose del pecho,
cierro mis ojos y con frenesí pienso,
abro mis labios y te siento,
me estremece escucharte.

No lo niego.
quisiera estar hincado frente a ti,
tomar entre mis dedos tu cabello,
con pieles desnudas,
fundirme en tus besos,
y así, temblando y con la piel erizada,
encontrar tus suspiros, fantasías y sueños.

Cerrar los ojos será inevitable,
todo mundo sabe que para sentir
es necesario apagar la luz del mundo.

Quiero verte transpirar ansiosa de mis deseos
y así temblando invadirte con mis besos.
esa bella inocencia de tus ojos muy abiertos,
y esa pasión desbordada que sé muy bien,
que guardas por dentro.

Tengo sed! Y quiero beber por completo
de tu cuerpo.

Tiembla mi amor, que si tiemblas me pierdo
y enloquecido, sujetando tus manos con fuerza,
planeo bailar con mis caderas sobre tu deseo,
ese mismo que escondes,
cuando tiemblas mi cielo.

Tiembla mi amor, que ya puedo ver las pupilas dilatarse,
voy a aferrarme con esta hambre que tengo,
y con uñas y dientes marcados en la piel,
planeo llevarte hasta el cielo,
saborear y deleitarme de las mieles de tu cuerpo.

Lentamente recorrer tu garganta,
es lo que quiero.

Tiembla mi amor, que así desatas el animal que llevo dentro.
mira mis ojos y no te detengas hasta que las palabras se conviertan
en la música incomprensible del deseo.

Voy a morir entre tus piernas, muchas veces.
y voy a morir contigo en mi,
entre caricias candentes y tiernos besitos.

Toma tu tiempo,
quiero vivirlo,
largo y lento
 y cuando despiertes, tiembla mi amor,
pues ya sé que quiero de desayuno


si es que a mi lado te encuentro.

domingo, 22 de febrero de 2015

37 Fin del mundo



Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
habría preparado mi alma para morir por siempre,
morir en tus ojos, 
morir en tus labios,
morir en tu sonrisa,
aunque de todas maneras, tu sonrisa me mataba todos los días.

Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
me habría cosido a tu piel,
para morir junto a ti,
para morir con un orgasmo
y nacer en un suspiro.


Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
no me habría soltado nunca de tu mano,
no hubiera desperdiciado tanto tiempo con palabras
y hubiese vivido en tus labios desde el inicio,
y hubiese muerto en tus labios hasta el final.

Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
no te habría clavado en mi pecho,
no te habría usado para llenar mi corazón y bombear mi sangre
no te habría usado para vivir.


Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
no habría arrancado mi vida,
no habría arrancado el alma de mi cuerpo
para unirla eternamente a tu sonrisa.

Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
este momento mi corazón no estaría desangrándose
al recordar cada beso, cada verso que escribí en cada centímetro de tu piel,
al recordar que tengo tus huellas en todo mi cuerpo.


Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
te habría escrito un libro de hojas infinitas con la poesía de tus ojos,
habría calentado el aire frío de tus besos
con la tibieza de la sangre de mi corazón,
habría cerrado tus ojos con mis sueños,
mis sueños junto a ti,
y habría dejado que me mires más a los ojos 
a pesar de que ellos son los culpables de mi agonía.


Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
habría comenzado con un adiós y terminado con un te amo por siempre
habría aprendido todos los idiomas del mundo
para poder expresar lo que me haces sentir en tan solo un segundo
habría incendiado más mi mente 
con el fuego de tu cuerpo
y habría encontrado la manera 
de unir para siempre nuestras almas.


Ahora, con lo poco de vida que me queda
te escribo con mis últimas gotas de sangre,
sangre que te ama,
esperando a que puedas vivir eternamente en estas letras
mientras yo muero para siempre
en el tan doloroso y hermoso detalle tuyo 
ese que solo tú tienes
el de existir.


Si hubiese sabido que el fin del mundo eras tú,
te habría abrazado para siempre.